El Bon Temps es un barco de recreo que se construyó ¡en Manacor! con las pautas de los barcos de pesca y transporte típicos de las Baleares en su tiempo. Por ello, podemos decir que está en la tradición de los inicios de la náutica de recreo: los primeros "yates" siempre tenían las formas de los barcos de trabajo, ya fueran pesqueros, prácticos de puertos o aduaneros.
La historia del Bon Temps está cargada de aventuras y de mucha navegación. Sus primeros propietarios, lo mandaron construir para poder navegar entre Barcelona, endonde residían y Mallorca, endonde tenían parte de sus negocios. ¡Como Mekhet-Re, podríamos decir! el famoso capataz del Faraón, que en siglo XXI antes de Jesucristo navegaba por el Nilo con su barco de paseo (¡el primero de la historia!), para controlar los intereses de su señor.
Al comenzar la Guerra Civil española, el propietario del Bon Temps (bisabuelo del actual), se encontraba en Mahón y quiso zarpar para reunirse con su familia en Palma. Sin embargo, en medio del mar, un submarino republicano se le plantó delante, obligándole a volver y a pasar todo el conflicto en Menorca.
El Bon Temps pasó un temporada bastante larga en Santander, como buque escuela de la Fundación Villas del Cantábrico, siendo restaurado de manera profesional.
La familia originalmente propietaria no se había olvidado de él y, al leer casualmente el anuncio de venta por la Fundación, su actual armador, biznieto del que lo había mandado construir, decidió volver a comprarlo. Fué un momento muy emocionante para todos, cuando su padre, que nunca se había olvidado de sus navegaciones juveniles con el Bon Temps, pudo subir nuevamente a bordo, a sus ochenta años.